Rascacielo ya olvidado

Lopez Serrano con sabor a Empire State Building

Solo Capitolio te llegó superar en altura

Y reinastes como rascacielos por breve tiempo en Vedado.

Empinado y altanero; gloria de Cuba, de postrimería de los veintes, y antesala de los treintas.

Ya enfermo y desvencijado por implacable tiempo, abandono y negligencia. 

Suspiras en tu silencio, nada enaltecedor

Te apresuras por ser ruina inabitable y derrumbe es tu destino.

Ya pasaras al olvido, y alla en un tiempo en lotananza, seras pasto verde como el Trotcha.

Junto al Infantil y el Alaska serás pergarmino vestuto sin sentido y página triste que cobijo.

Y aquellos que te veneraban serán polvos del campo santo y del olvido.

Las nuevas generaciones no sabrán de tu grandeza, ni tal vez de tu excelsa existencia.

Seras leyenda de algún orate que suspira, alla en una retorta de un Arco, una cantera  o en un solar de esos rumiantes en la timba. 

Y tal vez surja un Homero criollo que en momento de lucidez, jugando domino en Hialeah, se acuerde de ti en demasía.

Y a la risa burlona de los ignorantes, seras pasto de cheos, cheas de mala brisa. 

Adios Serrano de tus cornizas y al carajo los que te abandonarón.

Para siempre quedas en mi memoria,

como pelïcula perenne y en toda su gloria, de una ciudad que da risa.